Dr. Fernando Agreda, urólogo en Badalona especialista en enfermedades de la próstata y andrología.
La primera línea de tratamiento siempre incluye modificaciones en el estilo de vida. Cambios conductuales. No es fácil que una persona cambie sus conductas pero, dado que estos cambios no producen efectos secundarios, siempre son alternativas sanas y se pueden mantener, son la primera opción.
Las recomendaciones más importantes incluyen:
- Ajustar la ingesta de agua: doctoras, enfermeras, osteópatas, políticos y hasta tu cuañdo te han dicho que beber agua es muy sano. Y es así (tu cuñado tiene razón). Lo que no te han dicho es que lo más inteligente es temporizar esa ingesta de agua. No bebas antes de salir, de coger el coche, de un vuelo, de un viaje en bus o de dormir. Lo que se bebe se orina y, si fuerzas la hidratación antes de una actividad o lugar donde el acceso al baño es difícil, vas a sufrir.
- Reducir o evitar los cafés, alcohol, tés, bebidas azucaradas, bebidas carbonatadas. Además de ser líquidos, son diuréticos e irritan la vejiga lo que produce que orines con más frecuencia. Todos sabemos que eliminar el café no es fácil. Pero tomar 2 en vez de 8 al día, eso se puede intentar. Y tu próstata lo agradecerá.
- Al orinar, hacerlo con relajación de la pelvis. Apretar para orinar (pujar) produce contracción de la musculatura de la pelvis lo que dificulta el vaciado de la vejiga. Para orinar relajado lo mejor es apoyarse o sentarse y dejar que la orina salga sola. Ponte a leer el móvil o la composición del champú, cosas relajantes.
- Al terminar de orinar espera un poco más, unos 30 segundos. Así termina de salir lo que queda en la uretra (el conducto). También puedes “ordeñar” los restos de orina apretando desde la base del pene hacia la punta. Una sola ordeñada basta. O dos. Más ya no cuentan como recomendación del médico.
- Intentar micciones programadas. Orina cada 2 horas y así evitarás la sensación de que te orinas encima cuando la vejiga está muy llena. Digo 2 horas como podría decir hora y media o 3 horas. La idea es programar la micción. Educar la vejiga y, con el tiempo, ir alargando estos periodos. Orinar antes de actividades es muy útil; antes de dormir, antes del coche, antes del autocar, etc.
- Ajustar el horario de los diuréticos. Muchas personas con problemas de tensión, renales o del corazón usan diuréticos. Tomar un diurético antes de dormir es garantía de no dormir. Lo más prudente es tomarlos cuando orinar no será un problema inmediato.
- Evitar el estreñimiento. Tener el recto lleno de heces empeora, y mucho, la manera en que orinamos. Muchos casos de retención de orina se producen por estreñimiento. El estreñimiento como causa de síntomas urinarios se suele subestimar pero es algo que deberíamos tener muy presente. Piense que el recto, la vejiga y la próstata están en íntimo contacto, pared con pared. Lo que afecta a uno afecta al otro. Procure evacuar cada día.
Si con los cambios de estilo de vida (la vida sana) la mejoría de los síntomas urinarios no es suficiente, se debería dar el siguiente paso: pastillas.