Dr Fernando Agreda, urólogo en Barcelona especialista en tratamientos para la disfunción eréctil
Disfunción eréctil (dificultad para tener o mantener erecciones): se define como la dificultad para iniciar o mantener una erección suficiente para tener una relación sexual satisfactoria. La disfunción eréctil (DE) es un problema frecuente. Más frecuente de lo que uno pensaría.
Una encuesta alemana estimó que el 2% de los hombres de 30 años la padecían y este porcentaje aumenta hasta más de la mitad de los mayores de 75 años. Es obvio que no hay manera de saber exactamente qué porcentaje de la población tiene problemas de erección: lo que para algunos es normal, para otros no tanto.
Además, en nuestro entorno la sexualidad sigue siendo un tabú, y lo es más en personas de mayor edad (que son las que más sufren este problema).

Muchos pacientes me preguntan, ¿es normal perder rigidez de erección con la edad?. La respuesta es sí, es normal. Nadie pretende que Ud. tenga las erecciones de quinceañero cuando tenga 65 años. Tampoco come, corre o duerme igual.
Hay un declive en muchas cosas con los años. Lo importante es que Ud. esté satisfecho. Tengo pacientes con erecciones poco rígidas y que están satisfechos porque su sexualidad no la focalizan en la penetración.
También tengo pacientes en los que la rigidez de la erección y la capacidad de penetrar es fundamental y buscan tratamientos.

¿Qué causa la disfunción eréctil? Es una muy buena pregunta. Podríamos dividir la causas de Disfunción Eréctil en dos principales: orgánicas y psicógenas…
Disfunción eréctil orgánica
La disfunción eréctil orgánica: este tipo agrupa a los pacientes que tienen una alteración médica física u hormonal que impide o dificulta tener buenas erecciones. Yo siempre digo que son problemas de “hardware”, de tubería (aunque esto simplifica el problema). En este grupo están la mayoría de pacientes.
Dado que las erecciones dependen del llenado peneano con sangre, el origen del problema son las causas que “destruyen” la circulación correcta de la sangre (lo que se conoce como factores de riesgo cardiovasculares): la diabetes, la hipertensión arterial, los problemas del corazón, los problemas de circulación, el tabaquismo, el consumo de alcohol, el colesterol elevado, las drogas recreativas, el sedentarismo, la obesidad.
Si ha leído con un poco de atención, notará que cualquier hombre podría fácilmente tener varias de estas causas de disfunción eréctil. Suelen ser cosas que se juntan y suelen empeorar con la edad: la obesidad causa diabetes, hipertensión y aumento del colesterol. Las tres aumentan el riesgo de infartos (problema del corazón); y si además se es fumador, el “cocktail” se completa: casi con certeza se padecerá de DE. Si quiere Ud. evitar problemas de DE tiene que actuar cuanto antes, mantener las “tuberías” limpias: no fume, controle su peso, dieta baja en grasas y ejercicio. Seguir una vida de “healthy instagramer” no le garantiza no padecer DE, pero retrasa su aparición y disminuye su gravedad.
Disfunción eréctil psicógena: aquí están los pacientes que no tienen problemas de “tuberías”, de “hardware”. Siguiendo la analogía, en estos pacientes el problema sería de “software”. Lo más frecuente es que sean hombres jóvenes y sanos (sin los factores de riesgo cardiovasculares mencionados en el punto anterior).
La causa es el estrés, los nervios: el cerebro / la mente. El cerebro es fundamental para el sexo y las erecciones. Tanto o más que el pene. La historia suele ser parecida en la mayoría de los pacientes que me consultan: después de un fallo de erección (lo que se conoce como gatillazo), se comienza a desconfiar de lo que antes eran erecciones absolutamente normales. Esta desconfianza degenera en un auto-boicot.
El paciente se preocupa más de si va o no a responder (con una buena erección) que de disfrutar la relación sexual. Como se preocupa más, más estresado con las relaciones y menos responde el pene. Se llega hasta a evitar los encuentros (para no sufrir la vergüenza de no responder adecuadamente); nadie quiere jugar un partido que cree que va a perder. En este tipo de pacientes, típicamente las erecciones no se afectan en la masturbación (no existe el estrés de la otra persona, el miedo al juicio).

Me gustaría decir que como todo en la medicina, no existe blanco o negro. Nadie tiene una disfunción eréctil 100% orgánica. Siempre existe un componente mental y viceversa. Pasa que con la edad, el componente orgánico se hace más importante y el mental cada vez menos.